Unidos por los niños...

Para mí, una de las mejores cosas de estar en el Centro HOPE es participar en otras iniciativas de colaboración que tienen como objetivo ayudar a crear un entorno más saludable en el que todos podamos vivir. Una de estas colaboraciones es United for Kids, una iniciativa comunitaria que promueve la alfabetización y el aprendizaje de las familias con niños menores de 5 años.
Hoy, en una reunión, hablábamos de algunos de nuestros próximos proyectos y yo mencioné este magnífico sitio web para padres, educadores y cualquier persona que se preocupe por los niños, que ayuda a relacionar el desarrollo infantil y la prevención de la violencia.
"Comprender el desarrollo infantil como herramienta de prevención de la violencia". Que puede consultarse aquí: http://actagainstviolence.apa.org/understanding_child_dev.pdf
Hay excelentes consejos sobre cómo manejar la ira y los conflictos, consejos y técnicas de crianza y mucho más... http://actagainstviolence.apa.org/
También me encontré con esto...

Los gritos constantes pueden ser tan perjudiciales para los niños como el maltrato físico

¿Qué demuestra la investigación?

La mayoría de los padres, incluso los más pacientes, pierden los nervios y gritan a sus hijos. Según un estudio de 2003 publicado en Revista de Matrimonio y Familia, El 88% de las 991 familias entrevistadas admitieron haber gritado, chillado o increpado a sus hijos durante el año anterior. Ese porcentaje se elevó al 98% en las familias con niños de 7 años.

Aunque los gritos ocasionales son habituales en las familias estadounidenses, los padres que gritan constantemente a sus hijos los someten a un maltrato emocional que, según los investigadores, puede ser tan perjudicial como el maltrato físico. Un estudio publicado en 2001 en la Revista Americana de Psiquiatría en el que participaron 49 personas con trastorno de despersonalización (un trastorno mental en el que la persona tiene un sentimiento de desapego o alejamiento de sí misma) y 26 personas emocionalmente sanas, descubrió que los gritos y otras formas de maltrato emocional eran un factor predictivo más significativo de enfermedad mental que el abuso sexual y físico.

Además de ser potencialmente nocivos si se utilizan en exceso, los gritos suelen ser ineficaces. Según la psicóloga Myrna B. Shure, de la Universidad de Drexel, "los niños se vuelven inmunes a los gritos y empiezan a ignorarlos". Las investigaciones de la Dra. Shure demuestran que los padres cuya única forma de disciplinar a sus hijos es gritarles, exigirles u ordenarles tienen hijos que a los cuatro o cinco años son más propensos a mostrar agresividad física o verbal, retraimiento social y falta de comportamientos positivos/prosociales, como compartir y sentir empatía. En lugar de gritar, que hace que los niños se sientan enfadados y frustrados, los padres deberían utilizar un enfoque de resolución de problemas en el que se enseñe a los niños a pensar en sus propios sentimientos y en los de los demás. Por ejemplo, si sus hijos no recogen sus juguetes, pídales que piensen en cómo se siente usted cuando ellos no recogen los juguetes. Luego pídales que piensen en algo que puedan hacer para que usted no se sienta así. Este planteamiento puede tener efectos importantes y duraderos en el comportamiento de los niños (véase http://www.psychologymatters.org/shure.html yhttp://www.thinkingchild.com).

http://actagainstviolence.apa.org/specialtopics/yelling.html

La violencia doméstica y sexual es mucho más que un simple problema... tenemos que ocuparnos de la crianza de los hijos, de los recursos, de la prevención, de explicar por qué las empresas deben preocuparse por estos temas, de apoyar a las escuelas para que eduquen sobre relaciones sanas y construyan comunidades más seguras.