¿Disputa marital con un arma?
OnYourMind: Marna Anderson, de WATCH, afirma que es hora de que los medios de comunicación se responsabilicen de la elección de las palabras al informar sobre la violencia doméstica.
Lo más frecuente es que los medios de comunicación se refieran a una agresión doméstica como una "disputa doméstica". Es como llamar a un robo "disputa comercial". Como sociedad, reconocemos que en un robo, la persona asaltada estaba en desventaja y le habían quitado algo contra su voluntad. Pero no suele ser así en el caso de la violencia doméstica. Los medios de comunicación suelen minimizar la violencia doméstica enmarcando los incidentes como "problemas de pareja" o "discusiones". Esto infiere un grado de compañerismo e igualdad en la relación, algo que rara vez, o nunca, existe cuando el maltrato es generalizado. Un estudio realizado en el estado de Washington revisó 230 artículos periodísticos sobre homicidios domésticos y descubrió que menos del 22% calificaban con precisión el incidente de violencia doméstica.
Un reportaje del Star Tribune sobre el homicidio doméstico de Kathryn Anderson ("Novio acusado de homicidio en la muerte de una mujer de Eagan". 7 de diciembre de 2009) describe cómo había sido apuñalada más de 100 veces después de que una "disputa doméstica se intensificara". El artículo continúa informando de que la policía había respondido a "disturbios domésticos" anteriores y cita a un amigo de Anderson que dijo que había habido "conflicto" entre ellos.
La verdadera historia
Pero ésta no es la verdadera historia. La verdadera historia se cuenta entre las líneas de las noticias. No se trata de matrimonios o relaciones con problemas, ni de continuas discusiones o disputas. La verdadera historia, que rara vez aparece en los titulares, es la del comportamiento controlador, amenazador y físicamente violento de la pareja maltratadora. Esta es la historia que hay que contar. La violencia doméstica es un problema generalizado en la comunidad, y ya es hora de que los medios de comunicación informen de ello como tal.
En gran parte gracias a una mayor formación y educación sobre el tema, los tribunales han pasado de considerar la violencia doméstica como un asunto privado a tratarla como un delito. Un cambio similar se ha producido en la forma en que el sistema de justicia penal aborda el delito de violación. Hace treinta años, a menudo se culpaba a las víctimas por su forma de vestir o de actuar. Los medios de comunicación citaban habitualmente a agresores y "expertos" por igual que decían que la víctima "se lo había buscado".
Un reciente titular nacional, "Sheen acusado de usar un arma en una riña con su mujer", revela un problema habitual en las informaciones de los medios de comunicación sobre violencia doméstica: Con frecuencia informan de las agresiones domésticas como discusiones, riñas o disputas.
Este titular sobre el actor Charlie Sheen es especialmente falso porque informa de que puede haberse utilizado un arma, pero aún así se refiere al incidente como una "riña". Entre los ejemplos recientes de los medios locales se incluyen dos titulares del Star Tribune, "Las matanzas y los suicidios siguen a los tiempos turbulentos". (19 de enero de 2010), y "Una disputa doméstica deja tres muertos en una granja" (18 de enero de 2010). Para consultar el resto del artículo, visite:http://www.womenspress.com/main.asp?FromHome=1&TypeID=1&ArticleID=3550&SectionID=2&SubSectionID=738