Un nuevo protocolo da buenos resultados...
Cuando la policía acude a una llamada doméstica, es un momento caótico. La persona que ha hecho la llamada suele estar traumatizada, asustada y dolida, e incluso la visita más útil de la policía puede dejar a la persona aturdida y tratando de pensar en respuestas a cientos de preguntas. ¿Qué va a pasar ahora con la policía y los tribunales? ¿Me van a echar del piso por la llamada de la policía? ¿Qué medidas puedo tomar ahora para mantenerme a salvo? ¿Y los niños? ¿Voy a tener que faltar al trabajo para ir al juzgado? ¿Qué decisiones debo tomar?
En el Centro HOPE ayudamos a la gente a responder a esas preguntas. Sabemos cómo funcionan los sistemas judiciales y conocemos otros recursos de la comunidad que pueden ayudar en momentos como éste. Damos apoyo y aliento a los sobrevivientes a medida que trabajan a través de muchos otros detalles y preguntas, sabiendo que cada sobreviviente sabe mejor que nadie lo que será útil para su propia situación.
Siempre hemos respondido a estas preguntas, pero ahora, gracias a nuestro nuevo programa Blueprint, las fuerzas de seguridad nos ponen en contacto con las supervivientes de la violencia doméstica antes de que abandonen el lugar de los hechos, a cualquier hora del día o de la noche. Así, nuestros defensores formados pueden ofrecer apoyo e información en el momento en que más se necesita.
El Departamento de Policía de Faribault, el Departamento de Policía de Northfield o el Departamento del Sheriff del Condado de Rice participan en este programa. Ellos llaman a uno de nuestros defensores capacitados cuando se van de la escena para que podamos estar disponibles para hablar sobre las opciones de los sobrevivientes, incluso después de que la policía se ha ido.
Aunque estamos agradecidos de trabajar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de esta manera, seguimos siendo independientes de ellos y del sistema judicial. Nuestros servicios son confidenciales, lo que significa que no transmitimos información al sistema a menos que nuestro cliente (la superviviente) nos lo pida. Como siempre, estamos ahí para los sobrevivientes en primer lugar.
Aun así, durante los primeros meses de este programa hemos comprobado que este nuevo enfoque ha ayudado a los supervivientes a comunicarse mejor con la policía y el sistema judicial. A veces, en el caos de la llamada a la policía, no se transmite información importante sobre una situación. Podemos reconocerlo durante nuestra conversación con una superviviente y ayudarla a dar los pasos necesarios para comunicarse con el sistema. Según nuestra experiencia, hemos visto que las supervivientes son más activas en el sistema de justicia penal desde que empezamos a hablar con ellas cuando se va la policía.
No todas las supervivientes se sienten capaces de colaborar estrechamente con el sistema, y a veces el procesamiento sigue adelante sin esa participación porque es el Estado (y no la víctima) quien decide si se presentan cargos en casos de violencia doméstica. Aun así, trabajamos con todas las supervivientes, acompañándolas a lo largo del proceso y ayudándolas a entender lo que significa cada paso. Siempre estamos aquí para ofrecer apoyo y ayudar a resolver problemas.
Estamos muy entusiasmados con nuestra nueva colaboración con las fuerzas del orden y esperamos ver cómo puede ayudar a aliviar el dolor de la violencia doméstica en el condado de Rice con el tiempo.
Escrito por Elizabeth O'Sullivan, voluntaria del Centro HOPE
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